sábado, septiembre 19, 2009

Angeles

Anoche una niña soñó que era ángel y, a su vez, un ángel soñó que era niña, en la mañana, ya despiertos, no sabían quién era quien, pero se quedaron contentos porque compartían el mismo sueño / la misma vida...

Bactérias

Es ya sabido por todos que este mundo, más que de animales e insectos, es de bacterias y hongos, y que los animales e insectos, incluido el hombre, viven gracias a las bacterias. Pareciera que las bacterias desde hace millones de años fueron creando y perfeccionando cuerpos animales para reproducirse y preservarse, y que dichos animales, incluido el hombre, responden a una etapa de su evolución, etapa que en algún momento llegará a ser superada y/o desechada por la misma evolución cuando las bacterias sean más autosuficientes. Por el avance de la ciencia sabemos que cada vez son más, en cantidad y en calidad evolutiva. Sin bacterias no habría animales, pero sin animales las bacterias no se harían problema, encontrarían y/o crearían un nuevo equilibrio. Solo somos gusanos en celo, siempre listos y a mano para ser ordeñados por las bacterias, quienes inventaron las sensaciones y emociones en nuestros cerebros para tenernos más contentos y asegurarse mejor alimento.

Calendario

Calendario

Después de pasar la noche en vela bajaba a su barrio, jugando con ideas para distraerse de los malos recuerdos que le traía la resaca. Pensaba, por ejemplo, en un simple detalle, casi absurdo, que le llamaba mucho la atención: la mayoría de la gente que camina por las calles, en algún momento, siente el deseo indomable e irracional de cruzar la calle para ganarle al auto que viene a media carrera, aparentemente hacen esto sin ningún sentido, porque después de correr y cruzar la calle titubean para ver qué dirección tomar, se detienen cavilosos como quien no recuerda lo que debe hacer o continúan caminando con bastante parsimonia, como si tuvieran todo el tiempo a su disposición. ¿Qué les mueve a correr delante un auto con el riesgo de tropezar o que el auto les gane? ¿Qué piensan en ese momento? Creo que más bien no piensan, pensaba, es algo que lo llevan muy dentro, como una rebeldía ahogada por el tiempo, quinientos años de deseos reprimidos no es poco, qué aguante, somos una raza fuerte, pero nos falta despertar para ser poderosos, despertar, despertar, penso reiteradamente sin saber bien por qué, tal vez por el cansancio acumulado durante la noche, entonces recordó el suave y agridulce sabor del vino de aquella noche junto a unos versos del Toño Rojas:

“Cuando nos veíamos
solías contarme que habías soñado conmigo.
Luego, viajé.
Me pregunto recordándote, si aún sueñas conmigo,
o si alguien te habrá ya despertado.”

Cavilaba dejándose llevar, aunque eludía aquellos recuerdos que lo llevaban a beber hasta perder el conocimiento.

Al entrar en su habitación no se percató de que alguien le estaba esperando, su sueño trasnochado, sus cavilaciones sobre el sentido del ser, el crimen perfecto y otros pretextos, no le dejaron darse cuenta de otra presencia beneficiada por la penumbra que se extendía detrás la puerta abierta, las ideas se le agolpaban y de esa maraña cogió una, incomprensiblemente recordó que en la forma desaparecen las cosas y unos versos que escribió en la infancia:

detrás la puerta abierta / nadie ve. / detrás la puerta, / ahí / me encontrarás.

Al día siguiente encontraron la habitación vacía.

Ella no podía creer, no sabía si sentirse engañada o culpable, a ratos todo le parecía un mal sueño, una novela barata, solo en el llanto encontró consuelo. Quiso huir pero no sabía dónde, todo lo que tenía era él. Ahora su ausencia le acompañaría por todas partes, como una maldición, él era lo más real y hermoso que le pudo pasar. Su mundo se desmoronaba, ya nada tenía sentido sin él, dónde estaría, qué haría, con quién estaría... Recordó aquella noche cuando le susurro al oído: tu piel es el destino / de mi piel, / solo nos separa una piel / para hacer de este mundo / el que soñamos. Junto a una sonrisa se le iluminó el rostro como aquella vez y se propuso a buscarlo, no supo de dónde sacó valor, pero no desfallecería hasta encontrarlo para mirarse nuevamente en sus ojos. No importaba lo que vendría después: morir o vivir, pero en sus brazos.

En realidad qué importa que hay detrás la muerte (esa puerta/muerta), mientras no lo sepamos no cambiará nada, sea lo que fuere, es y punto, solo que no nos es dado saber, pensaba después de pasar la noche en vela, bajando a su barrio, jugando con ideas, dejándose llevar para distraerse de los malos recuerdos que venían con la resaca. Si nos fuera develado lo que la muerte esconde, acontecería dos cosas, todos quisieran morir o todos se aferrarían a la vida incluso a costa de la vida de los demás. La duda en este caso tiene su beneficio, pero hasta sus extremos, la fe y el nihilismo, son insuficientes como tales y solo la matizan. Por otro lado, el beneficio de la duda ha sido, sigue y seguirá siendo un pretexto para cualquier cosa mientras no tengamos un horizonte claro, una meta en beneficio de todos -pensaba como desahogándose- solo el bien común logrará la permanencia digna y ética del hombre en el planeta, por qué no nos damos cuenta de una vez, tal vez sea la última, vivamos ética y dignamente, con amor, entonces no importará que haya detrás la muerte. Y es que en realidad qué importa lo que haya después de la muerte si sólo queremos un abrazo aunque sea mortal.

Al entrar en su habitación, con la mente distraída con sus cavilaciones imprecisas, no se percato de que alguien le esperaba en la penumbra de la puerta abierta.

Encontraron la habitación vacía al terminarse el día.

(Desde entonces, para ambos, al morir el día nace la noche y al morir la noche nace el día y así sucesivamente, como coincidentemente pasa siempre que duermes en el momento preciso y despiertas a tiempo.)

sábado, enero 31, 2009

Dejarse llevar

Desatar los nudos, desabrochar la mente, dejar volar las ideas y dejarse llevar como quien navega sin rumbo ni destino.
Desde que el hombre sabe que es hombre todo conduce al amor, solo hay que dejarse llevar o hay que saber dejarse llevar.

sábado, enero 24, 2009

Así pasan los días...

Después de pasar la noche en vela bajaba a su barrio, jugando con ideas para distraerse de los malos recuerdos que le traía la resaca. Pensaba, por ejemplo, en un simple detalle que le llamaba mucho la atención: la mayoría de la gente que camina por las calles, en algún momento, siente el deseo indomable e irracional de cruzar la calle para ganarle al auto que viene a media carrera, aparentemente hacen esto sin ningún sentido, porque después de correr y cruzar la calle titubean para ver que dirección tomar, se detienen cavilosos como quien no recuerda lo que debe hacer o continúan caminando con bastante parsimonia, como si tuvieran todo el tiempo a su disposición. ¿Qué les mueve a correr delante un auto con el riesgo de tropezar o que el auto les gane? ¿Qué piensan en ese momento? Creo que más bien no piensan, pensaba, es algo que lo llevan muy dentro, como una rebeldía ahogada por el tiempo, quinientos años de deseos reprimidos no es poco, qué aguante, somos una raza fuerte, pero nos falta despertar para ser poderosos, despertar, despertar, penso reiteradamente sin saber bien por qué, tal vez por el cansancio, entonces recordó el suave pero amargo sabor del vino de la noche pasada junto a unos versos del Toño Rojas:

“Cuando nos veíamos
solías contarme que habías soñado conmigo.
Luego, viajé.
Me pregunto recordándote, si aún sueñas conmigo,
o si alguien te habrá ya despertado.”

Cavilaba dejándose llevar, aunque eludía aquellos recuerdos que lo llevaban a beber hasta perder el conocimiento.

Al entrar en su habitación no se percató de que alguien le estaba esperando, su sueño trasnochado, sus cavilaciones sobre el sentido del ser, el crimen perfecto y otros pretextos, no le dejaron darse cuenta de otra presencia beneficiada por la penumbra que se extendía detrás la puerta abierta, súbita e incomprensiblemente recordó que en la forma desaparecen las cosas y unos versos que escribió en la infancia:

detrás la puerta abierta / nadie ve. / detrás la puerta, / ahí / me encontrarás.

Al día siguiente encontraron la habitación vacía.

Ella no podía creer, no sabía si sentirse engañada o culpable, a ratos todo le parecía un mal sueño, una novela barata, solo en el llanto encontró consuelo. Quiso huir pero no sabía dónde, todo lo que tenía era él. Ahora su ausencia le acompañaría por todas partes, como una maldición, él era lo más real y hermoso que le pudo pasar. Su mundo se desmoronaba, ya nada tenía sentido sin él, dónde estaría, qué haría, con quién estaría... Recordó aquella noche cuando le susurro al oído: tu piel es el destino / de mi piel, / solo nos separa una piel / para hacer de este mundo / el que soñamos. Junto a una sonrisa se le iluminó el rostro como aquella vez y se propuso a buscarlo, no supo de dónde sacó valor, pero no desfallecería hasta encontrarlo para mirarse nuevamente en sus ojos. No importaba lo que vendría después: morir o vivir, pero en sus brazos.

En realidad qué importa que hay detrás la muerte (esa puerta / muerta), mientras no lo sepamos no cambiará nada, sea lo que fuere, es y punto, solo que no nos es dado saber, pensaba después de pasar la noche en vela, bajando a su barrio, jugando con ideas, dejándose llevar para distraerse de los malos recuerdos que venían con la resaca. Si nos fuera develado lo que la muerte esconde, acontecería dos cosas, todos quisieran morir o todos se aferrarían a la vida incluso a costa de la vida de los demás. La duda en este caso tiene su beneficio, pero hasta sus extremos, la fe y el nihilismo, son insuficientes como tales y solo la matizan. Por otro lado, el beneficio de la duda ha sido, sigue y seguirá siendo un pretexto para cualquier cosa mientras no tengamos un horizonte claro, una meta en beneficio de todos -pensaba como desahogándose- solo el bien común logrará la permanencia digna y ética del hombre en el planeta, por qué no nos damos cuenta de una vez, tal vez sea la última, vivamos ética y dignamente, con amor, entonces no importará que haya detrás la muerte. Y es que en realidad qué importa lo que haya después de la muerte si sólo queremos un abrazo aunque sea mortal.

Al entrar en su habitación, con la mente distraída en sus cavilaciones imprecisas, no se percato de que alguien le esperaba en la penumbra de la puerta abierta.

Encontraron la habitación vacía al terminarse el día.

(Desde entonces, para ambos, al morir el día surge la noche y al ocultarse la noche nace el día y así sucesivamente, como coincidentemente pasa siempre que despiertas a tiempo y duermes en el momento preciso.)

¿Hasta cuándo?

Lo que pasa es que cuando estas caminando despreocupado sin pensar en nada precisamente, te encuentras con un aparapita y te presta su ropa, muy desinteresadamente, pero ansioso, sin saber bien por qué, para decir, actuar o hacer algo y tienes que aceptarlo y hacerlo porque sí, ya estás ahí, ¿qué tiene además?. Tomas lo que se te da, lo que venga, como siempre, estas ahí y ya. Entonces lo haces, un poco como si fueras él, cumples y te retiras, así de sencillo y todo vuelve a ser (es) lo mismo, ya cumpliste, contestaste a jueces, lambiscones y comerciantes. Pero muy secretamente prefieres a los panaderos o pastilleros, piensas en tus preferencias, en las calles que elegirás despreocupadamente, piensas en tus fobias y sientes asco por qué hay gente que come mierda, porque es pura mierda o mierda pura, te tragas una lágrima y castigas con tu mirada irónica a un calvo enternado que pasa por tu lado como si su traje fuera parte de su alma, a estos deberían castigarlos haciéndoles trotar por la ciudad completamente desnudos, te jactas muy seguro de ti, sabes que todo es inútil, por eso se ve de todo, cholos ediosados, dioses encholados, putas aseñoradas, señoras putas, pobres vendidos o pobres pelotudos, es los mismo, pelotudos ricos, vírgenes viejas, jóvenes viejas, viejas vírgenes, qué desperdicio de vida, habría que borrar todo y empezar de nuevo; esta vida parece donada, todos callan y solo gimen para ventilar su podredumbre y decir: miren estoy aquí, sí, aquí, yo, sí, estoy aquí, aquí, aquí. Y se reparten premios por eso, no hay más grande cojudez que la vanidad si no conoces al hombre en su integridad y si lo conoces peor. La bestia crece y se multiplica cada vez más, alejándose de lo humano. ¿Hasta cuándo beberán sus babas, comerán sus desechos y arrastrarán sus cadáveres?

lunes, diciembre 11, 2006

Amor 2006

Tantos cuerpos has tenido en tus manos,
tantas manos en tu cuerpo...

Pero solo buscas uno y no lo encuentras.
Un cuerpo que tal vez no exista (y no lo sabes)
porque tal vez no existas tú (y no lo sabes).

lunes, diciembre 04, 2006

Mujeres

Por suerte toda actividad física y/o mental de la mujer es todavía una metáfora de su sexualidad.
Hasta cuando? Eso depende de ellas.

jueves, noviembre 16, 2006

Neurosis

Siempre estas presente en todos los sitios, en todos los momentos y espacios. Es inútil preguntarte de dónde vienes, a dónde vas, por qué Ahora.
La eternidad no te colma solo te copia hastaelinfinito, te repite te recuerda con todas sus máscaras con todas sus letras hastaconfundirte con él, que se parece a todo, aunque lo niegues en tus libros en tus símbolos, te pareces a él que abdico a todo para ser.

martes, noviembre 14, 2006

Aves

Dos aves vuelan y se encuentran.
Ahora estan juntas, alguien las asusta y se separan volando.
Una persigue a la otra, no se sabe cual persigue a quien pero se vuelven a juntar como buscándose.

Una es sombra la otra la que la produce...

Galano Evo y un Niño

Galeano decía despues de enterarse de la victoria de Evo en las elecciones: "Estare estando sin estar"
Un poeta boliviano decía de un niño: "Es lo que no es siendo lo que es"

martes, noviembre 07, 2006

Búfalos y búfalos en la niebla

Decir tres veces:

Eva niebla la niebla.

Ayuda a cruzar la niebla


Mitre

Amor

Solo se puede dar el amor del cual todas las demás cosas son símbolos.

Borges